sábado, 4 de agosto de 2012

LOS TAURINOS DAMOS LA CARA


Por Gilberto de Ita

Últimamente hemos sido testigos de una corriente anti taurina que empieza a hacer más ruido. Después de lo ocurrido en Barcelona creo que es obligatorio que los taurinos nos sentemos a reflexionar y a pensar concretamente que es lo que vamos a hacer para defender “nuestra fiesta”.

Los taurinos estamos obligados a formarnos como tales. Es muy irresponsable que pensemos que podemos defender la fiesta solamente yendo a las plazas de toros, eso alimenta la fiesta, pero no es suficiente. En las charlas de sobremesa o reuniones cuando el tema salta a la conversación siempre oiremos los argumentos de los “antis”, la violencia, la sangre, su falsa preocupación animal. ¿Estamos realmente formados para defender desde todos los ángulos a la fiesta brava?

¿Tienen los “antis” una enciclopedia como la Espasa-Calpe donde hablen profundamente del anti Lalanda o del anti Paquirri, como la tenemos los taurinos? He tenido la oportunidad de ver esa enciclopedia desde que tengo uso de razón en mi casa, de leer el tomo 2 “El Toro Bravo” de Don Álvaro Domecq donde habla del cuidado y trato del toro bravo en todas sus etapas. ¿Tienen los “antis” dos tomos de 700 páginas cada uno sobre la historia de la anti tauromaquia? ¿O la novela de un genial y maravilloso anti taurino como nuestro Juncal? ¿Quién es el genio más famoso que haya hecho algo sobre anti tauromaquia? ¿Con quién de los detractores vamos a poner a argumentar a Octavio Paz, Vargas Llosa, Hemingway, García Lorca o Alberti? ¿Quién es el representante de la pintura anti taurina que va a discutirle algo a Picasso, Goya o Botero? ¿Cuál es la opera que hace sombra a “Carmen” de Bizet”? ¿Dónde está el Cosío de los anti taurinos?

Ninguna materia por mas superflua que sea, puede ser tratada con seriedad si no se educa, forma e informa. Con la tauromaquia pasa lo mismo. Los taurinos hemos hecho poco para formar nuevos taurinos y para que los que ya existen crezcan en su conocimiento. Todos los taurinos tenemos la obligación de conocer la historia, bases y trascendencia real de aquello de lo que nos sentimos parte.

Los “antis” están unidos a una falsa corriente de proteccionismo animal, tomando como escudo las corridas de toros, porque es lo que ven. Son hipócritas y e incoherentes, no les importan las reses del rastro, ni el hacinamiento porcino, mucho menos el degüello de las aves y eso solamente de aquellos animales de consumo doméstico. Les da igual la pesca deportiva, la matanza de focas o la cacería. Son anti taurinos porque nosotros estamos mal y ellos bien. Porque nosotros somos salvajes, sádicos. Nunca he oído a un “anti” con argumentos sólidos y reales. Los “antis” no creen en nada. Nosotros tenemos todas las bellas artes a nuestros pies, tenemos un argumento real de preservación animal, tenemos las pruebas del valor del toro bravo para los taurinos. Tenemos historia, que es la base de todas las materias. Ellos no tienen nada. Gozamos de la plasticidad del toreo, entendemos y disfrutamos el arte, sentimos emociones. Nos enoja un torero que no se arrima, nos entristece un toro despitorrado, nos llena de orgullo un torero herido que sale a matar al toro, nos alegra hasta las lágrimas una faena templada y profunda. Ellos solo tienen enojo por algo que ni siquiera entienden.

Los “antis” son falsos. No les importa el toro. Piensan que al toro se le queman las patas en el cajón, que se les embarra vaselina en los ojos para mermar su vista, que se les golpea para debilitarlos. Tienen tan poco que no saben de los cuidados que recibe un becerro, de lo mucho que importan las astas, de lo importante de su fuerza. Por supuesto no saben que a los toros se le baña, se les desparasita. Cualquier cerdo o gallina daría lo que fuera por vivir, pero sobre todo por morir como un toro bravo. 

Los “antis” no creen en la dignidad del toro bravo, piensan que ni siquiera lo es. Que el toro bravo “ataca” por miedo. No creen en lo que la naturaleza decidió para esta especie. 

Ni siquiera entiendo lo que los “antis” quieren. Pretenden defender una especie a gritos y manifestaciones ridículas tratando de acabar con lo que la mantiene viva.

La defensa de la fiesta se da tanto en las plazas de toros como fuera de ellas. Formémonos como taurinos y eduquemos nuevos taurinos. ¿En qué crees tú que te dices taurino?

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